Introducción
Desde la China imperial hasta la Persia medieval, pasando por su introducción en la medicina occidental moderna, he aquí un breve resumen de la larga historia del cannabis y la humanidad.
El ser humano consume cannabis desde hace al menos seis milenios. Los arqueólogos han hallado las primeras pruebas de su cultivo en China. En el año 4000 a.C., en la aldea de Pan-p'o, el cannabis se utilizaba para fabricar tejidos, cuerdas, papel y aceite. En 2727 a.C. apareció por primera vez en un texto de la farmacopea china, iniciada por el emperador Shen Nong. Este último es reconocido como uno de los padres de la medicina china, y escribió el "Tratado de hierbas medicinales" (Pen Tsao King) en el que hace referencia a más de 365 remedios naturales.
El cannabis conquista el mundo
Existen numerosas fuentes escritas que atestiguan el uso medicinal, religioso y/o recreativo del cannabis a lo largo de la historia. Desde la Antigüedad hasta la Edad Media, la planta fue utilizada por los asirios, en el Imperio Romano, en Egipto, entre los persas, en la Península Arábiga, etc. En 1500, con la conquista española y el comercio de esclavos, se introdujo el cannabis en Sudamérica.
El cannabis en la medicina occidental
Tras sus viajes y conquistas de las Indias, los médicos ingleses e irlandeses llevaron el cannabis a sus países.
En 1839, un médico irlandés, William Brooke O'Shaughnessy, elogió las propiedades analgésicas y sedantes del cannabis en una publicación científica. Sus trabajos, confirmados por sus sucesores, introdujeron el uso terapéutico del cannabis en la medicina occidental moderna. La reina Victoria llegó a describir el cannabis como una de sus "medicinas más valiosas" en 1890.
Los médicos franceses traían la planta de cannabis de Egipto. El médico más notable que la utilizó fue sin duda Jacques-Joseph Moreau, que la empleaba como sedante/antálgico para sus pacientes psiquiátricos, llegando incluso a crear el club del hachís en 1844.
El cannabis medicinal vivió entonces una cierta edad de oro. Entre 1840 y 1920, pasó a formar parte de la farmacopea occidental y todos los grandes laboratorios tenían aceite de cannabis en su cartera de productos.

Entre el declive y el éxito
Sin embargo, a principios del siglo XX, el consumo de cannabis medicinal disminuyó. Esto se debió a la invención de vacunas, analgésicos sintéticos y jeringuillas hipodérmicas, utilizadas para inyectar opiáceos (morfina). Y, sobre todo, la llegada del primer éxito de ventas: la aspirina.
Por otro lado, el uso recreativo está aumentando. Las autoridades estadounidenses estaban tan preocupadas que iniciaron una auténtica campaña de propaganda contra la planta. El cannabis fue retirado de la farmacopea estadounidense en 1941. Los países europeos siguieron esta decisión a principios de los años cincuenta.
Aunque la prohibición supuso un duro golpe para el uso médico y la investigación sobre el cannabis, ¡tuvo poco efecto sobre su uso recreativo! A finales de los años sesenta, en plena locura hippie, el consumo de cannabis se disparó...
Descubrimientos científicos
En 1964, Raphael Mechoulam y su equipo identificaron la principal sustancia psicotrópica del cannabis: el delta-9-tetra-hidrocannabinol (THC). Sin embargo, no fue hasta unos treinta años más tarde cuando comprendimos mejor cómo actúa este cannabinoide en el organismo.
3 grandes descubrimientos impulsarán fuertemente el interés de la comunidad científica por el cannabis:
- En 1988 se identificó el primer receptor cannabinoide.
- En 1993, se identificó un segundo receptor cannabinoide.
- Al mismo tiempo, los investigadores descubrieron el primer endocannabinoide, la anandamida. Un cannabinoide producido naturalmente por nuestro cuerpo.
Estos descubrimientos establecen la existencia de lo que los científicos llaman ahora el sistema endocannabinoide.
La vuelta a favor del cannabis medicinal
En los últimos 20 años, varios países han retrocedido en materia legislativa. Canadá fue el primer país en permitir el acceso al cannabis medicinal a determinadas categorías de pacientes. Varios gobiernos nacionales y estados de EE.UU. también han (re)autorizado este uso terapéutico.
Varios países europeos (Países Bajos, Alemania, Dinamarca) han seguido su ejemplo. No cabe duda de que estos avances ayudarán a aliviar a ciertos pacientes en determinadas patologías. Y que la ciencia siga investigando esta planta asombrosa.
Referencias
Hand A. et al, 'History of medicalcannabis' en J Pain Manage, 2016.